Si existe un método infalible para prevenir inundaciones, fugas, atascos y hedor en las alcantarillas, es la limpieza periódica.
El saneamiento de las alcantarillas es de suma importancia porque evita que haya insalubridad en el ambiente, incluso la proliferación de plagas y ratas que se propagan por la existencia de restos orgánicos.
Es un trabajo que requiere de mística y cuidado, por eso debe dejarlo en manos de personal profesional, que garantice resultados eficientes y que cuente con los equipos que se adapten a cualquier tipo de cloaca y red de tubería.
Como en otros asuntos relacionados, el agua a presión es uno de los principales elementos a utilizar, porque ayuda a despegar los restos adheridos a las paredes del alcantarillado. Asimismo, el uso de líquido es completamente ecológico.
Las toberas son otros equipos indispensables en el saneamiento; se instalan en la punta de la manguera de presión y están listas para mover con fuerza los restos, por más pegados que estén, así sean raíces de los árboles que en ocasiones traspasan tuberías, cemento y pavimento.
Limpieza en cada una de las partes de la alcantarilla
Cuando se limpia una alcantarilla hay que prestar especial atención a cada una de sus partes.
En primer lugar están las acometidas. Se conforman de entronque, arqueta y albañal; están ubicadas en la parte interna de las viviendas, sirven para desechar el agua de los edificios y separar el alcantarillado público y privado.
Siguen los albañales. Es ese intermedio que se sitúa entre las arquetas y el entronque. Por ellas atraviesa el agua residual hasta que llega a la tubería pública. Los compone un pozo, arqueta o cualquier otra solución que determine la empresa encargada de la obra.
Posteriormente están las alcantarillas, propiamente dichas. Son subterráneas y se encargan de recoger y trasladar agua hacia recolectores.
En cuanto a los colectores, llevan el agua almacenada hacia las plantas de tratamiento para su depuración; transporta específicamente aguas pluviales y fecales. Son más altos y largos y entre sus objetivos resalta que, una vez tratada el agua, puede aplicarse a diferentes usos, por ejemplo en riego de calles o las vierten en los ríos.
Salud ambiental y calidad de vida
Aunque todo ciudadano se beneficia de la limpieza del alcantarillado, difícilmente se da cuenta de ello. Son labores que se realizan para favorecer a un colectivo, en cuanto a salud física y ambiental; también se traduce en calidad de vida.
Es necesario que existan empresas dedicadas a este tipo de faenas, para que en las calles no rueden restos de materia fecal, bacterias y aguas negras, producto de atascos porque no se llevó a cabo, como es debido, la limpieza de las cloacas.
Plan de saneamiento
Es importante que el aseo de una alcantarilla responda a un plan previamente diseñado.
Para ello se emplean cámaras de inspección que verifiquen el estado de la red, a fin de diagnosticar hundimientos, fisuras y obstrucciones, así como la operatividad adecuada de los canales.
Es bueno contar con ese examen, porque no solo se limpiaría una alcantarilla, sino que se aprovecharía para las reparaciones a las que haya lugar.
Limpie las alcantarillas y evite problemas más graves
Consulte a su prestador de servicio sobre los presupuestos de limpieza de alcantarillas. Asegúrese también de que cuentan con la maquinaria y camiones de la mejor tecnología, para que los resultados sean de calidad.
Tenga presente que así como se trata de mantener un entorno agradable, la salud también está en juego sino se aplica el saneamiento adecuado.
Tampoco olvide que la prevención es la clave y si se actúa a tiempo, su comunidad estará alejada de atascos, desbordamientos y fallas más graves.