Cuidar lo que tenemos es importante, si queremos que dure suficiente tiempo. Así como estamos pendientes de nuestra salud, también hay que prestar atención a lo que hay en nuestro hogar. Muebles, electrodomésticos e infraestructura merecen chequeos constantes, antes que dejen de funcionar por descuido. Dentro de lo que abarca el inmueble se encuentran las tuberías.
La red de tuberías cumple una función importante y es permitir la fluidez del agua que usamos diariamente.
Imagine no acudir al médico para chequeos preventivos y más adelante presentar problemas de circulación sanguínea; igual sucede con las cañerías: no aplicar un mantenimiento a tiempo se traduciría en daños futuros, posiblemente graves, los cuales evitaría si actúa a tiempo.
Sea preventivo, ahorre dinero
Conviene anticiparse a los problemas que puedan presentar los desagües y solo se logra revisando y constatando su estado.
Es tan simple como estar pendientes del tráfico correcto del agua por grifos, inodoros, bombas, incluso paredes en las que esté empotrada una red y se observe una mancha de humedad, así como electrodomésticos que estén conectados a tuberías.
Además de ahorrarle dinero, la prevención limitará inspecciones de fontaneros, reparaciones costosas y urgentes, etc.
¿En qué beneficia el mantenimiento preventivo?
Es recomendable programar los mantenimientos. Quizás en casos residenciales resulta más sencillo, pero si se trata de comunidades o industrias, entonces sí es necesario contar con el respaldo de compañías, personal y equipos especializados como cámaras, robots o sondas, es decir que ofrezcan un trabajo de calidad.
Entre los beneficios de aplicar un mantenimiento preventivo podemos listar que:
- No le rondarán preocupaciones a corto o largo plazo, porque el monitoreo constante garantiza la detección temprana de problemas.
- Se anticiparía a grandes roturas, inundaciones, hedor o atascos en la cañería.
- Las tuberías durarán más tiempo, a pesar de su uso frecuente.
Cuide las tuberías de su casa
En casa la red debe limpiarse una vez al mes y colaboramos no arrojando desperdicios por los desagües, también limpiando los cabellos que quedan en las rejillas del suelo en el baño.
Como parte del mantenimiento, se recomienda usar productos exclusivos para el saneamiento de tuberías, pues si empleamos cualquier otro, es posible que no fluyan y se acumulen sedimentos, generando atascos.
Todos contamos con un remedio económico y de fácil acceso para prevenir daños en las tuberías. Se trata del agua caliente.
Si periódicamente vaciamos una olla de agua caliente por los drenajes, limpiará a fondo; de hecho, la noche anterior a volcar el agua, se coloca un poco de amoniaco para que despegue los restos contenidos en los tubos y posteriormente bajen con el líquido.
Otra sugerencia es ser cuidadosos de lanzar por el fregadero los desechos de comidas, botar disolventes o pinturas, además de aceite. Si no estamos pendientes, seguro el agua no bajará con rapidez y se empozará, provocando malos olores.
No empeore el daño y contrate a un experto
Es bueno que toda el agua en la casa cuente con buena presión, pero no debería ser tan alta para que el sistema no se estropee. Con ayuda de fontaneros puede evaluar la presión de las tuberías y saber si están en término adecuado.
Pero si dejó las acciones preventivas para el final y ahora toca corregir, no dude en contratar a gente especializada en plomería, porque el desconocimiento del tema puede convertir la falla en algo peor, que requiera la compra de mayor número de repuestos y un pago superior por mano de obra.
Reaccione a tiempo, evite molestias y dedique la atención que el sistema de tuberías merece, para operar como es debido.