Una inspección de tuberías es primordial antes de realizar cualquier trabajo en ellas. Se llevan a cabo para conocer el estado de la red y cuidar que existan fallas y que afecten la obra.
Al tratarse de una vivienda, la verificación oportuna sirve para detectar averías y obstrucciones que dificultan el funcionamiento adecuado del conducto, situación que terminaría en desbordes ya sea en el baño, cocina, lavabo, etc.
Actualmente existen numerosos métodos para explorar las cañerías, muchos de ellos lo suficientemente tecnológicos como para garantizar que no haya incidencias graves, producto de algún descuido.
Uso de tecnología para mejor diagnóstico
Esas técnicas convierten lo que anteriormente era una labor complicada y engorrosa, en algo cómodo y sencillo. Se basan en emplear cámaras o robots que registren detalladamente cada rincón de la tubería. Aunque mayormente se usan en supervisiones para grandes redes, también hay equipos especializados para revisiones en tuberías de menor magnitud.
Solo con estas tecnologías se diagnosticará la condición exacta de los tubos y, por ende, se aplicarán las soluciones más convenientes.
Como no se trata de una inspección ocular simple, es necesario asegurarse de que quienes se ocuparán de la supervisión pertenezcan a empresas especializadas y dispongan de los equipos pertinentes.
Son los expertos quienes, a través de los aparatos diseñados para tal fin, ubican los puntos exactos en que se halla la falla o en los que más adelante pudieran producirse.
Limpieza previa a la inspección
Quienes trabajan en este ramo, refieren que para lograr una inspección perfecta de la red de cañerías, primero hay que limpiarlas con agua a presión y para ello existen instrumentos precisos.
Acotan que es un paso imprescindible, porque de lo contrario, por más especializada que sea la cámara o robot, no avanzará ni captará completamente las imágenes; es decir, no habrá un registro claro para luego saber cuál es el arreglo que demanda.
Recuerde que en los tubos suelen acumularse residuos y suciedad, minimizando el espacio para la circulación de agua y, en consecuencia, su capacidad.
Trabaje solo con profesionales recomendados
No hay que decantarse por la primera empresa dedicada a estas funciones; lo correcto es verificar entre un abanico de opciones a ver cuál es la que mejor referencias tiene, así como una reputación recomendada por sus clientes.
Generalmente es la experiencia de los usuarios la mejor publicidad para elegir a qué compañía confiaremos la inspección y reparación de las tuberías, independientemente si son las del hogar, empresa o comunidad.
Indague con qué clase de equipos trabajan, plantee cuál es el problema que presenta y, antes de contratarlos, escuche las opciones que plantean para resolver.
Inversión que vale la pena
No suelen ser trabajos económicos, sobre todo por el tipo de implementos que usan; pero se trata de un gasto que realizado a tiempo, impedirá que más adelante haya otro pago mayor.
Si lo piensa con detenimiento, invertir en una inspección de tuberías prevendría además de problemas de atascos, posibles inundaciones, especialmente en época de lluvias, pues los drenajes pudieran colapsar y el daño sería más grave.
Con los aguaceros un sistema de ducto en la calle está propenso a desbordarse sino cuenta con el debido mantenimiento; con ello vendrían malos olores y la acumulación de sedimentos en los colectores. Inspeccionando a tiempo no habrá inconvenientes y se mantendrán un habiente en buenas condiciones.
En líneas generales, cuando se lleve a cabo la inspección es necesario contar con equipos de alta tecnología y personal que sepa cómo manejarlo. Asegúrese de buscar a los mejores en el área, para que su trabajo sea óptimo y resulte un dinero bien gastado.